innSaei.life (C)
Cuando tengas dudas... no dejes de dudar.
Sin entrar en definiciones y/o conceptos filosóficos sobre la duda y todo lo que puede abarcar el significado de esta palabra, más bien nos centramos en una especie de “fenomenología” que surgió a raíz de nuestro viaje interior.
Cuando dudamos o estamos indecisos sobre algo planteamos tanto preguntas como posibles respuestas. Hay dudas de dudas, están aquellas que corresponden a indecisiones sobre trabajos, proyectos, personas, relaciones, desafíos etc, y hay otras que simplemente surgen y ni siquiera sabemos sobre qué dudamos, es la sensación o percepción sobre “algo acerca de lo que hay que dudar”.

Este tipo de sensaciones (de dudas) son aquellas que intuimos pero no logramos determinar y por lo tanto no las transformamos en algo racional. Nos pueden causar “corazonadas o presentimientos”, incertidumbre, inquietud e intranquilidad, pero estas connotaciones dependen de cómo las conduzcamos o dirijamos.
De por sí dudar sobre algo que no sabemos pero lo sentimos hace parte del conjunto procesos que se desarrollan en el proceso intuitivo y la intuición no posee ni se caracteriza por actos conscientes ni razonamientos. El enfoque que le demos a este estado desplaza una energía a la cual le podemos otorgar atributos y convertirla tanto en positiva como negativa y nos convertimos sin querer en exploradores de algo tan nuestro como desconocido.

Si estar indecisos se convierte en un acto y sentimiento de incertidumbre, de desasosiego o intranquilidad, es porque no estamos encauzando bien la energía hacia el verdadero propósito de dudar, el cual es expandirse, flotar, fluir, seguir la percepción, intuir, atravesar y dejar pasar donde en ningún caso decimos “resolver”. De hecho, no hay duda que no esté resuelta, o que no esté resolviéndose en este momento, y varias veces ni nos enteramos que hubo resolución ya que como lo describimos y según nuestra apreciación, corresponde a un estado energético donde probablemente hay algún tipo de cambio y transformación muy sutil en un plano totalmente intangible.
Dudar es sinónimo de abrirse al cambio, de mirar hacia el interior, de replegarse y contraerse en uno mismo, dudar no significa no estar seguros, dudar por el contrario es libertad de Ser y de movernos en nosotros mismos.

Cuando te “asalten” este tipo de dudas, no busques respuestas, fusiónate con ellas y reencuéntrate…